Metaanálisis sobre la prevalencia de la intolerancia a estatinas


 

¿Quién no ha oído hablar de que las estatinas producen mialgias? ¿Con qué frecuencia crees que sucede este síntoma y otros efectos secundarios de este grupo de fármacos? ¡Vamos a revisarlo!

Traemos recién este metaanálisis publicado en el European Heart Journal que trata el tema:

 

 

La intolerancia a estatinas representa un reto en la práctica clínica diaria. ¿Cuántos pacientes hemos visto que presentan algún efecto secundario? Pero, ¿esto es real? En este metaanálisis se estima la prevalencia de la intolerancia a estatinas de acuerdo a diferentes criterios diagnósticos y se identifican posibles factores de riesgo o condiciones que puedan aumentar este riesgo.

Basándose en el análisis de más de 4 millones de pacientes se concluye que la prevalencia de la intolerancia a estatinas es baja (9.1%), e incluso más cuando se diagnostica de acuerdo a definiciones internacionales (5.9-7%). Esto apoya la idea de que la intolerancia a estatinas está sobreestimada y destaca la necesidad de una evaluación cuidadosa de los pacientes con intolerancia, para reducir los riesgos de una suspensión innecesaria del tratamiento o el mantenimiento de un tratamiento hipolipemiante subóptimo.

En cuanto a los factores de riesgo para desarrollar intolerancia a estatinas, destacan la edad, el sexo femenino, la obesidad, el uso de antiarrítmicos, el hipotiroidismo, la obesidad y las dosis elevadas del fármaco, entre otros.
Factores como el consumo de tabaco, la hipertensión, la raza blanca o la duración del tratamiento con estatinas no han demostrado relación con el aumento de riesgo de intolerancia.

 

 

La causa más frecuente de abandono del tratamiento con estatinas son los síntomas musculares. Otros efectos adversos que han demostrado alguna relación de causalidad con el consumo de estatinas han sido la elevación de transaminasas (elevaciones transitorias en 1.2%, elevación persistente 0.5-1%, insuficiencia hepática severa 1/millón) y el diagnóstico de diabetes (riesgo de 1 caso de DM por cada 225 pacientes tratados con estatinas durante 4 años, sobre todo a altas dosis y con prediabetes o síndrome metabólico previo).

No hay evidencias sólidas de aumento de riesgo de desarrollo de cáncer, deterioro cognitivo, toxicidad renal o ictus hemorrágico.

 

Existen diferentes scores para evaluar la relación de las mialgias con el uso de estatinas, como el propuesto por Rosenson RS, que nos pueden ayudar a la hora de decidir si suspender o no el fármaco.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Además, cabe recordar que al igual que no todas las estatinas tienen la misma potencia hipolipemiante, tampoco todas tienen la misma frecuencia de efectos adversos.

 

 

En ocasiones podremos reducir los efectos secundarios y mantener la potencia hipolipemiante administrando de forma conjunta una dosis menor de estatina junto con Ezetimibe.

 

Por último, os dejamos también en la bibliografía una carta al editor publicada en The Nee England Journal of Medicine que presenta un ensayo clínico donde también evalúan los efectos adversos de las estatinas, donde destaca la existencia de un importante efecto nocebo en el uso de estos fármacos.

 


 


Bibliografía:

Prevalence of statin intolerance: A meta-analisis. EHJ. 

N-of-1 trial of a statin, placebo or no treatment to assess side effects.NEJM.