El Camino de Santiago es el recorrido de origen medieval cuyo propósito es llevar a los peregrinos que lo recorren a visitar la tumba del Apóstol Santiago en Compostela. Está conformado por diferentes rutas que parten de múltiples puntos no solo de España si no de todo el mundo, y que van convergiendo como ríos que fluyen hacia Santiago. La ruta más utilizada por los peregrinos es el Camino Francés, si bien en los últimos años otras como el Camino Portugués, el Camino Inglés o el Camino del Norte han ido ganando relevancia. El camino se puede realizar a pie, en bicicleta o caballo, tanto en solitario como en grupo. Si bien su finalidad original era religiosa, y así lo sigue siendo en muchos casos en la actualidad, la simple actividad física, el encuentro con uno mismo o realizar unas vacaciones «diferentes y tranquilas» pueden ser otros motivos perfectamente válidos para realizarlo.
El Camino Inglés es la ruta jacobea que une los puertos de Ferrol y A Coruña con Santiago de Compostela. Este camino nació en plena Edad Media por una combinación de motivos espirituales y logísticos, uniendo el comercio y el transporte de fieles a visitar la tumba del Apóstol. El transporte por mar aportaba seguridad al evitar los largos trayectos por tierra y la exposición a asaltantes de caminos, además de que a partir de mediados del s. XIV se hizo necesario para los peregrinos ingleses debido a la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra. Tras bajar a puerto iniciaban un corto itinerario por tierra hasta Compostela, ya fuese en caballerías o a pie. Hay datos históricos como la presencia de piezas de cerámica, numismática o narraciones escritas que permiten demostrar la presencia de peregrinos ingleses, irlandeses y del norte de Europa desde el s. XII. A partir del siglo XVI, con la ruptura del rey Enrique VIII (1509-1547) con la Iglesia Católica por su divorcio con Catalina de Aragón se produce un abandono de la peregrinación inglesa, condenando al ostracismo a esta ruta hasta prácticamente hace 20 años.
Actualmente se trata de una ruta con cada vez más peregrinos aunque sigue siendo minoritaria frente a otras, por lo que el Camino no está muy masificado. Recorre tramos cercanos al mar en su inicio y posteriormente tramos de frondosos bosques, por lo que la variedad de paisajes es quizás mayor que en otras rutas. Su distancia por el ramal de Ferrol es de 113 km que pueden realizarse perfectamente en 5 o 6 etapas a pie, todas ellas bastante asequibles y bien señalizadas, por lo que resulta un recorrido muy apto para aquellos que sólo dispongan de una semana para escaparse a caminar.
En los próximos días os enseñaremos nuestro viaje en cada una de las etapas de esta #CardioRuta. ¿Te vienes?
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